En primer lugar, la temperatura de nuestro entorno de trabajo es muy importante para los cabezales de impresión. Si la temperatura es demasiado baja, los cabezales de impresión pueden rociar tintas en una dirección diferente a la esperada. Si descubre que las tintas no están en la posición correcta, para evitar tal situación, le sugerimos calentar las boquillas de los cabezales de impresión con secadores de pelo u otros calentadores. Además, antes de que se inicie la impresora, se recomienda encender los aires acondicionados o calentadores para que la temperatura del ambiente de trabajo pueda alcanzar un grado de 15 a 30 grados. Un entorno de este tipo es más adecuado para el funcionamiento de impresoras digitales, y mejora la eficiencia del trabajo y la calidad.

En segundo lugar, la electricidad estática suele producirse en invierno, especialmente cuando el aire acondicionado está encendido para que el aire esté seco. La fuerte electricidad estática aumentará la carga de la impresora digital y, a su vez, acortará la vida útil de los cabezales de impresión. Por tanto, sería mejor que encendiéramos un humidificador para mantener la humedad del aire entre el 35 y el 65%, mientras el aire acondicionado está funcionando. Además, el humidificador debe colocarse en algún lugar alejado de la placa de circuito impreso en caso de que se produzca condensación y provoque un cortocircuito.

En tercer lugar, el polvo puede dañar gravemente los cabezales de impresión, ya que obstruirá los inyectores. Entonces los patrones no están completos. Por lo tanto, le sugerimos que limpie los cabezales de impresión con regularidad.

En cuarto lugar, la baja temperatura modifica la viscosidad de las tintas, especialmente las de mala calidad. Las tintas se vuelven más pegajosas en invierno. A su vez, los cabezales de impresión se obstruyen fácilmente o se rocían tintas de forma incorrecta. Entonces la vida útil de los cabezales de impresión se acorta. Para evitarlo, te recomendamos que antepongas la calidad y la estabilidad a la hora de elegir tintas. Además, las condiciones de almacenamiento de las tintas son importantes. Las tintas tienden a estropearse cuando la temperatura es inferior a 0 grados. Será mejor que los mantengamos a una temperatura de 15 a 30 grados.